Páginas de EL MEGÁFONO

jueves, 4 de julio de 2013

Viaje a través de los sabores - Primera entrega: Italia

Nuestro Cocinero Mayor, Marco Beltrán, comparte con todos los lectores de EL MEGÁFONO su experiencia gastronómica a través de Europa. En esta entrega nos sumerge en la cocina italiana, sus sabores, sus productos y las sensaciones vividas por su paladar a través del viaje.

La cocina es tan variada como la historia, recuerda Marco, mientras nos cuenta que lo impactó la arquitectura, los canales de Venecia y los colores. “Me llené de afán por llegar a conocer la pintura y la escultura que hacen tan famosa a Roma”. Entre las mejores sensaciones y los momentos inolvidables de su viaje, además de la infinidad de sabores, recuerda el día que tocó La Piedad de Miguel Ángel, “ese mármol frío, su manto, la textura perfectamente pulida” y la visita a la Capilla Sixtina, donde gozó de esa maravilla, mientras se imaginaba al pintor acostado sobre unos andamios creando. “Eso es inolvidable, único, un regalo de la vida”.

Un viaje a través de los sabores italianos

Siguiendo esa ruta, abrazados por el verano que tanto añoran turistas y nativos se pueden ver las calles angostas y construcciones antiquísimas, y disfrutar en cada camino los olores de la tradicional comida italiana.

Su cocina está bañada por las aguas del mediterráneo, rica en productos, aceite de oliva y vegetales; la riqueza de su mar provee las gambas, los pulpos, los calamares y los filetes de ventresca frescos. 

En el mundo, Italia se conoce por sus pizzas, pastas y el café, que es más fuerte y con mucha más presencia del que conocemos por estas zonas; es rico en mezclas y eso hace que sea único “¡qué experiencia!”. La cocina tiene un fuerte carácter tradicional. Los aromas y sabores despiertan los sentidos y permiten que el comensal disfrute del campo servido en la mesa, por la frescura de sus productos. 

El tomate y las aceitunas forman parte esencial de su cocina. El tomate parece una pera pequeña, mucho más suave, no tiene la acidez propia del nuestro, quizá por el clima y el suelo. Pero hay mucha variedad y eso hace que ellos se sientan orgullos de ese producto que, pese a no ser nativo de Europa, sí es muy importante en su mesa y muestran gran preocupación por cultivarlo con toda la calidad.

No tienen gran variedad de verduras, pero saben aprovechar lo poco que tienen para conquistar paladares; se destacan mucho entre sus vegetales la berenjena, la alcachofa y los pimentones. 

Los embutidos no se pueden quedar atrás; en todos los mercados se pueden encontrar en diferentes presentaciones, pues forman parte de toda la geografía italiana. Los que más se destacan son el prosciutto y el salami.

Los arroces tampoco pueden faltar en una cena diaria; en Italia son denominados risottos, generalmente cocidos en caldos olorosos, aromatizados con azafrán y acompañados con queso. 

El orégano y la albahaca son las especias más usadas para adobar y dar vida a los sabores. 

Las comidas se sirven separadas por platillos, que van llegando a la mesa a través de la cena, empezando, casi siempre, por una tostada vestida con un delicioso antipasto. Un primer plato que puede ser pasta o risotto; un segundo plato en el que podrá escoger, si lo desea, un filete o cualquier otra delicia de mar y para terminar un postre. Todo esto acompañado de vino, que es una tradición de la mesa italiana; nunca faltará en la cena, desde el campo hasta la cocina gourmet.

Y qué decir de los panes y sus deliciosos gelatos –Helados. “¡Qué delicia!” 

Buen apetito y un hermoso día, que pueden concluir con una receta recomendada por su rapidez, sencillez, delicia y practicidad. 

“De las pastas, el fetuccine Alfredo es de las más sencillas y ricas que probé; cocidos los fetuccines se aderezan con queso parmesano, mantequilla y crema de leche”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario