Redacción Judicial.Un bellaco, del cual aún se desconoce su identidad, ha atacado en las últimas semanas varias oficinas del Paraíso Pagano. Se trata de un granuja que, ni corto ni perezoso, ha hurtado y revolcado varios puestos de trabajo en busca de lo que no se le ha perdido.
En exclusiva, EL MEGÁFONO recogió testimonios de colaboradores del Ministerio de la Palabra y del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde trabajan las víctimas de los amigos de lo ajeno.
El Cuerpo de Investigación Andresiano, CIA, ya se encuentra tras las pistas que puedan dar con el paradero del responsable de tales actos maquiavélicos, sin embargo, lo preocupante del caso es que a la fecha, aún las autoridades no han podido determinar quién es el pícaro.
Una de las afectadas, la doctora Liliana Orjuela Ramos, Coordinadora de Olvidos y Traspiés, denunció que en el último mes le han hurtado de su escritorio dos elementos: una memoria USB de 2 Gigas de capacidad , donde guardaba importantes documentos personales y una pluma marca Lamy, olvidada por un comensal. "No sé si era pluma o bolígrafo porque estaba empacado y estaba dentro de una bolsa de regalo; estaba cerrada pero ayer encontré la bolsa abierta y sin el objeto", dijo la preocupada tripulante.
Si por aquí llueve, por allá no escampa.
En similares condiciones se encuentran los colaboradores de Eventos y Publicidad, áreas adscritas al Ministerio de Relaciones Exteriores.
En sus despachos, ubicados al otro lado de la variante, se han presenciado casos de desapariciones de objetos que a la fecha siguen extraviados.
Johana González, del área de publicidad, contó cómo encontró los cajones de su escritorio el lunes pasado y de uno de ellos habían extraído el dispositivo manos libres de su teléfono celular.
Las denuncias no paran allí. Silvia Juliana Martínez, también de publicidad, y María Teresa Sojo, de eventos, han tenido que soportar, al igual que Johana, que al llegar a sus puestos de trabajo encuentren desorden sobre el escritorio con objetos en sitios que ellas mismas mantenían en otro lugar.
El bribón "está tragado"!!!
Fuentes consultadas por este medio, que pidieron proteger su identidad, relataron que el ladrón, al parecer, se encuentra enamorado. Prueba de ello son las chocolatinas y otros dulces que el pícaro ha dejado sobre el escritorio de una de sus víctimas, luego de revolcarle los cajones.
María Teresa Sojo halló en días pasados algunos confites que no recuerda haber dejado sobre su puesto de trabajo.
Las primeras hipótesis plantean que el pillo "está tragado", razón por la cual la seguridad de la colaboradora fue reforzada de inmediato.
De acuerdo con el CIA, en ninguno de los casos se han presentado llamadas amenazantes para pedir dinero a cambio de la devolución de los objetos, razón por la cual se descartó la teoría de secuestros.
En todo caso, y teniendo en cuenta las situaciones actuales, las autoridades han iniciado una campaña para que todos los tripulantes tengan los ojos bien abiertos, denuncien cualquier irregularidad y "no den papaya" dejando oficinas y ventanas abiertas o sin alarma activada al finalizar la jornada laboral.
En exclusiva, EL MEGÁFONO recogió testimonios de colaboradores del Ministerio de la Palabra y del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde trabajan las víctimas de los amigos de lo ajeno.
El Cuerpo de Investigación Andresiano, CIA, ya se encuentra tras las pistas que puedan dar con el paradero del responsable de tales actos maquiavélicos, sin embargo, lo preocupante del caso es que a la fecha, aún las autoridades no han podido determinar quién es el pícaro.
Una de las afectadas, la doctora Liliana Orjuela Ramos, Coordinadora de Olvidos y Traspiés, denunció que en el último mes le han hurtado de su escritorio dos elementos: una memoria USB de 2 Gigas de capacidad , donde guardaba importantes documentos personales y una pluma marca Lamy, olvidada por un comensal. "No sé si era pluma o bolígrafo porque estaba empacado y estaba dentro de una bolsa de regalo; estaba cerrada pero ayer encontré la bolsa abierta y sin el objeto", dijo la preocupada tripulante.
Si por aquí llueve, por allá no escampa.
En similares condiciones se encuentran los colaboradores de Eventos y Publicidad, áreas adscritas al Ministerio de Relaciones Exteriores.
En sus despachos, ubicados al otro lado de la variante, se han presenciado casos de desapariciones de objetos que a la fecha siguen extraviados.
Johana González, del área de publicidad, contó cómo encontró los cajones de su escritorio el lunes pasado y de uno de ellos habían extraído el dispositivo manos libres de su teléfono celular.
Las denuncias no paran allí. Silvia Juliana Martínez, también de publicidad, y María Teresa Sojo, de eventos, han tenido que soportar, al igual que Johana, que al llegar a sus puestos de trabajo encuentren desorden sobre el escritorio con objetos en sitios que ellas mismas mantenían en otro lugar.
El bribón "está tragado"!!!
Fuentes consultadas por este medio, que pidieron proteger su identidad, relataron que el ladrón, al parecer, se encuentra enamorado. Prueba de ello son las chocolatinas y otros dulces que el pícaro ha dejado sobre el escritorio de una de sus víctimas, luego de revolcarle los cajones.
María Teresa Sojo halló en días pasados algunos confites que no recuerda haber dejado sobre su puesto de trabajo.
Las primeras hipótesis plantean que el pillo "está tragado", razón por la cual la seguridad de la colaboradora fue reforzada de inmediato.
De acuerdo con el CIA, en ninguno de los casos se han presentado llamadas amenazantes para pedir dinero a cambio de la devolución de los objetos, razón por la cual se descartó la teoría de secuestros.
En todo caso, y teniendo en cuenta las situaciones actuales, las autoridades han iniciado una campaña para que todos los tripulantes tengan los ojos bien abiertos, denuncien cualquier irregularidad y "no den papaya" dejando oficinas y ventanas abiertas o sin alarma activada al finalizar la jornada laboral.
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