Director Carneval Teatrocirco
Cuenta la leyenda y quienes sin querer queriendo aún lo dicen, que el marido inglés de Manuelita, queriendo vengar el amor de ella hacia el general, trató de asesinar a Bolívar pero él, alertado por su amante, logró escapar por la ventana de la bella casa que hoy conocemos como el Palacio de San Carlos.
Mientras Bolívar saltaba por la ventana, Manuelita le gritaba implorando con las manos entrecruzadas y el cabello suelto: “Señor, hagamos el amor y no la guerra! Cuan cierto es que las grandes ausencias matan el amor y aumentan las grandes pasiones”.
El general, sudoroso por la carrera y los saltos, le respondió sin dejar de mirarla: “Mi bella y buena Manuela, cada momento estoy pensando en ti y te idolatro más que nunca. Al arrancarme de tu amor y de tu posesión se me ha multiplicado el sentimiento de todos los encantos de tu alma y de tu corazón divino”. Se besaron en la boca durante escasos segundos que parecieron 200 años!!! Bolívar logró escapar y Manuelita, disimular sus lágrimas…
Motivos suficientes, el amor y pasión de Bolívar y Manuelita, para que dos siglos después celebremos, con besos eternos y abrazos sin espadas, el amor y la amistad en Andrés Chía y Andrés D.C entre corazones rojos, estrellas brillantes y el sol del día.
El sábado 18 en la noche el amor enrojecido y alborotado guiará la rumba hasta el amanecer haciendo gritar a todos al unísono: ¡Hagamos el amor y no la guerra!
El domingo 19 en la tarde, el amor de papis, hijos, amigas y amigos se confundirá en un inmenso abrazo fraterno.
Las cartas de amor entre unos y otros se cruzarán de mesa en mesa, de comedor en comedor, de mano en mano, de mirada en mirada, de sobre en sobre, como golondrinas en verano, dejando en todos sonrisas inmensas y de mil colores.
Para los más osados no faltarán los regalos y los premios sorpresa entre serpentinas y bombas.
Todos a la batalla… cargados de amor… de besos… escribiendo cartas… cartas… cartas!!!
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