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martes, 6 de agosto de 2013

El ojo perezoso

Si cree que el ojo perezoso es cuando suena el despertador y este no se levanta, pues no. Siga leyendo y no le dé pereza ya que este artículo le puede interesar y beneficiar

¿De qué se trata? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Por qué da? Estas y muchas otras preguntas más estarán rondando en su cabeza y al mismo tiempo se estará cuestionando si es posible que los ojos se vuelvan perezosos. Pues bien, el ojo perezoso es un trastorno muy singular de la visión, médicamente conocido como ambliopía.

Este trastorno se define como una disminución de la agudeza visual y se le atribuye a la falta de capacidad del cerebro para procesar la información visual que recibe, más que a un defecto o lesión en la estructura del ojo afectado. 

El ojo perezoso se puede corregir en su totalidad y así evitar daños permanentes en la visión siempre y cuando se tomen las medidas pertinentes y a tiempo; la detección temprana es un factor determinante, por eso es tan importante reconocer los síntomas que se presentan para tener tiempo de actuar, y aunque son difíciles de descubrir porque este trastorno suele pasar desapercibido en las primeras etapas, hay que prestarle atención a cualquier anomalía o alteración de la visión sobre todo en el periodo de la niñez que es cuando se desarrolla y se pueden tomar las medidas respectivas, porque cuando se llega a la adultez ya no hay tratamiento alguno que reverse la ambliopía. 

Hay algunas señales que pueden indicar que algo no anda bien en el desarrollo normal de la visión, por eso es importante estar pendiente de algún cambio, por mínimo que sea, en los hábitos o comportamientos de los menores. Si un niño tiene dificultades para enfocar y concentrase en un solo objeto, no le va bien en el colegio, presenta cierta torpeza evidente con respecto a un costado de su cuerpo, habitualmente cierra un ojo mientras lee o ve televisión, evita todo tipo de actividades deportivas (que implican la visión a distancia) o de actividades como leer o colorear libros (que implican la visión cercana), esas pueden ser señales de alerta.

Todo aquello que interfiera en el campo visual de uno de los ojos de un niño durante la fase de desarrollo puede ser causante de la ambliopía. La causa más habitual del ojo perezoso es el estrabismo que es la desviación constante de un solo ojo. La anisometropía que es la diferencia que existe en el estado refractivo de los ojos, es decir, de las graduaciones también puede originar ambliopía. Si la visión de un ojo es más borrosa que la del otro, es posible que el cerebro deje de aceptar señales del ojo afectado generando una disminución permanente de la visión. Otras posibles causas pueden ser: lesiones oculares, párpados excesivamente caídos y la presencia de tumores retinales. 

La única manera confiable de detectar el ojo perezoso es realizándose un examen ocular integral; es recomendable realizarle este examen a los niños antes de los seis meses de edad y después una vez al año para estar seguros de la salud visual del menor, prevenir algunas enfermedades y poder actuar a tiempo si se detecta alguna alteración.

Existen tratamientos para el ojo perezoso que se deben iniciar tan pronto se descubre este trastorno. Lo primero que hay que hacer es determinar la causa del problema y posteriormente corregirla con los métodos necesarios. Los parches son la opción más conocida para tratar el ojo perezoso en los niños. El tratamiento está ideado para forzar al cerebro a que reconozca los datos recibidos del ojo afectado. Si por alguna razón no se puede utilizar el parche, están las gotas oculares que constituyen otro método para bloquear la visión del ojo.

Por otro lado está la terapia de la visión la cual consiste en una combinación de alguno de los tratamientos anteriormente mencionados (parches o gotas oculares), ejercicios oculares, software de computación para incrementar el efecto de los ejercicios y gafas o lentes de contacto recetados; esta es una terapia física para el ojo.

De esta manera se puede concluir que el ojo perezoso es un trastorno que si se detecta a tiempo y se toman las medidas necesarias no causa mayores lesiones, de hecho se puede corregir por completo y asegurarle al menor una adultez sin problemas de visión, pero si al contrario no se actúa con prevención y en el momento indicado puede causar consecuencias irreversibles en el paciente el cual tendrá que convivir toda su vida con esta anomalía. 

Asesoría: Salud Ocupacional Andrés®

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