El
2014 trajo buenas nuevas para Carlos Castillo, auxiliar de servicios generales,
encargado exactamente del manejo de los residuos sólidos; palabras más palabras
menos, es quien selecciona y clasifica
las basuras de todo el restaurante para su disposición final.
Carlos Castillo, operador de la máquina |
Una
de las principales y más extenuantes tareas de este tripulante es triturar el
vidrio que llega al centro de acopio para venderlo posteriormente. Tras un
largo año de hacerlo con un pisón de hierro que tenía que operar manualmente,
la Delegación de Asuntos Ambientales, dependencia a la que pertenece Carlos,
logró la aprobación de una máquina trituradora, la cual se convertiría en la
mejor aliada para su trabajo.
Izquierda: Ruben Díaz, derecha: Carlos Castellanos |
Y
efectivamente así fue. Gracias a la idea de Carlos Castellanos, auxiliar en
ornamentación del área de proyectos de electromecánica, quien con su ingenio y
creatividad, diseñó la anhelada máquina y con la ayuda de Rubén Díaz, técnico
en ornamentación de la misma área, este sueño se hizo realidad y en diciembre
del año pasado pusieron en marcha dicho proyecto que hoy es todo un éxito.
Mientras
el método manual exigía una hora y media para llenar una caneca de 55 galones,
ahora la máquina con dientes de acero se demora aproximadamente 40 minutos, lo
que permite demostrar que los beneficios son varios: la productividad se
duplicó pero lo más importante es que con este invento, se está evitando que la
salud de don Carlos se deteriore ya que el constante y repetitivo movimiento
con el pisón le estaba causando algunas molestias en su hombro y brazo.
Felicitaciones
a la Delegación de Asuntos Ambientales por la iniciativa y al área de proyectos
de electromecánica por este invento que finalmente beneficia a toda la familia
andresiana.
Máquina trituradora |
Así queda el vidrio después de pasar por la máquina |
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